El estilo del packaging es ilustrativo y dinámico, combinando formas curvas, texturas y colores vibrantes. Busqué que cada diseño fuera atractivo a primera vista, con una lectura clara desde estantería y que mantuviera coherencia con la estética general de la marca. Se cuidaron tanto la parte frontal como los laterales de la botella para integrar toda la información sin romper el ritmo visual.